En la época en que nació Jesús, apareció en los cielos de Oriente un fenómeno muy llamativo conocido por todos como "La Estrella de Belén", sobre cuyas características existen numerosas teorías. Para algunos, la estrella fue un cometa que surcó los cielos en aquellos tiempos; para otros, una "estrella nova" visible en toda el Asia menor y, para los restantes, quizá una conjunción planetaria ocurrida precisamente cuando nació el Niño Dios.
Hasta el presente no se ha podido explicar con exactitud qué fue realmente "La Estrella de Belén", pero se presume, con bases científicas, que se trató de la conjunción planetaria de Venus, Júpiter y Marte, ocurrida coincidencialmente con el nacimiento de El Salvador.
Por otra parte, la personalidad de los Reyes Magos, actores destacados dentro del nacimiento de Jesús, ha estado siempre rodeada por el misterio, en cuyo sentido un testimonio de especial importancia es el correspondiente a San Mateo, quien habló de unos magos llegados de Oriente a Belén a rendir homenaje al recién nacido Rey de los Judíos.
El folklore ha hecho de los Reyes Magos un capitulo de vivos colores y habla de tres hombres de diferentes razas, cuyos nombres Melchor, Gaspar y Baltazar son los que se han sembrado en la memoria de los pueblos.
Sin embargo, en rigor histórico, no hay razón para fijar en tres el número de los Reyes Magos, porque es conocido que pinturas de las catacumbas y afirmaciones de escritores de los primeros siglos sugieren dos, cuatro y hasta muchos más. Por otra parte, no se dispone de fundamentos racionales para sostener que hayan sido reyes, porque de lo contrario Herodes los habría acogido en mejores términos.
Se dice que la dignidad de magos le fue adjudicada alrededor del siglo VI, con el afán de ver cumplida estrictamente una profecía. La fiesta de los Reyes Magos es celebrada el 6 de enero, en conmemoración de la llegada a la cuna de Jesús, para adorarle y ofrecerle sus místicos dones.
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