Cada región tiene sus tradiciones y costumbres. En el caso de los hermanos de Bolivia, a las 12 de la noche del 24 de diciembre, las familias bolivianas festejan con un brindis, deseándola paz para todos en medio de la algarabía por la llegada del Niño Dios.
El brindis de los bolivianos es con una deliciosa picana, que consiste en una especie de caldo, entre picante y dulce, con choclo o maíz, pedazos de carne de res o pollo, zanahoria, tomate, cebolla, papas, vino y otros ingredientes. Una vez acabada la cena, todos abren sus regalos de navidad y entonces, cada uno procede a mencionar sus buenos propósitos para contribuir a la unión y la paz de su hogar.
En la Nochebuena, las familias bolivianas van de Misa de Gallo para celebrar el nacimiento del Niño. Terminada la misa, en algunas iglesias se saca al Niño en procesión para que dé un paseo por las calles y en las casas se bailan los villancicos, al pie de los nacimientos, los cuales son interpretados con instrumentos tradicionales.
El día 25 de diciembre, los bolivianos desayunan con muchas masitas como los buñuelos que son algo así como rosquillas o panecillos remojadas en miel de abejas; también en el menú se saborean los chambergos que son de hechura similar a los buñuelos, pero más duros y dulces. El panteón y un sabroso chocolate bien caliente, completan esta primera comida del 25.
Igualmente, el día 25 de diciembre, las familias bolivianas llevan el nacimiento de su casa para que sea bendecido durante la misa de Navidad. Por la tarde se vuelven a dar regalos, pero estos son de tipo sentimental y son los de mayor valor para los bolivianos: un dibujo, una disculpa, algo hecho por la misma persona oferente y sobre todo, las manifestaciones amor, amistad y solidaridad.
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