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miércoles, 13 de octubre de 2010

PROFECÍA SOBRE EL NACIMIENTO DE CRISTO

En las horas más sombrías para el pueblo de Israel,  a unos 700 años de la era cristiana,  lanza Isaías esta profecía:  "Un niño nos ha nacido,  un niño se nos ha dado,  que vendrá con mucho poder.  De él se dirá;  Este es el consejero admirable,  el héroe divino,  el padre que no muere,  el príncipe de la paz"

Es una historia que vibra desde más allá de los dos mil años.  Es un recuerdo sobre la hora apoteósica de la Roma Imperial que en la llanura de Lacio,  funda el imperio que pondrá en paz toda la tierra por derecho y por justicia. Es la inquietud del emperador César Augusto que pregunta a los dioses quién empuñará el cetro de su poder después de su muerte.

A la pregunta del emperador romano,  dueño del mundo en la Roma Imperial,  surge la pitonisa que entiende las insondables marcas del futuro:  "Por disposición divina,  descenderá del cielo de los beatos un niño que pondrá su trono en este templo.  Será inmaculado y será enemigo de nuestros altares"

La profecía se hace historia. el Oráculo realidad.  El Verbo se hace carne y se injerta en el tronco viejo de la humanidad.  A  dos mil dos años de luz,  los ángeles siguen cantando "Gloria a Dios en las alturas,  y en la tierra,  gracias a los hombres de paz.

Un surco tan grande en la historia,  no podía escapar a los espíritus sensibles que traducen la verdad en belleza y la belleza en vida y bondad.  Con la primera sangre cristiana,  surgen los pintores ingenuos,  y en pleno siglo segundo se pinta la Navidad y la Epifanía.  La Virgen y el Niño y la Estrella,  hacen su entrada a los templos, a los hogares y al corazón de los hombres.

La Nochebuena se vuelve eterno día,  y los protagonistas del pesebre encuentran posada en relieves de alabastro,  en tablillas de marfil,  en litúrgicos vitrales,  en pórticos y retablos,  en pergaminos,  en las cortes,  en el pueblo,  en el teatro medieval.  Es la hermosa canción de la  Navidad,  que vivirá para todos los tiempos,  por los siglos de los siglos.

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