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miércoles, 13 de octubre de 2010

LOS RECUERDOS QUE DEJA LA NAVIDAD

Si en la Navidad tenemos recuerdos particularmente ricos y maravillosos,  debemos dar gracias por ellos y por la gran oportunidad que esta época nos trae para revivirlos cada año.  Veámoslos como lo que realmente son:  bellos pasos en el crecimiento hacia la luz y la libertad. En estos días debemos saborear estas alegrías conscientes de su significado en el brillante presente.

Si la Navidad nos trae dolorosos recuerdos,  entonces que estos días sean la oportunidad para edificar de nuevo,  de curar viejas heridas y  abrir caminos a las incomprensiones.  El renacimiento de Jesús dentro de nosotros es el renacimiento del amor,  y el amor siempre perdona,  sana y consuela. El amor de Dios nos prepara para asirnos sólo a aquello que enaltece,  que es positivo.

Al entrar en lo nuevo y el esplendor de una nueva Navidad,  tal vez encontremos que hasta nuestros recuerdos se renuevan.  Al renacer Cristo en nuestras mentes y corazones,  encontramos el poder de evocar sucesos alegres que antes permanecían en la oscuridad.

En época navideña, vienen a nuestra mente bellas experiencias de afecto,  de alegría,  de cosas compartidas que estaban arrinconadas en las penumbras del olvido.  Al  darles la diáfana luz del presente,  entonces nos traen una sensación de paz,  de contento,  de felicidad.  Es una música celestial que alumbra los sueños de la realidad.

Cada Navidad puede ser una época de alegre despertar para nosotros.  cada Navidad podemos escoger conscientemente las actividades de mayor significación y revivirlas con fervor.  La Navidad siempre llega viva,  llena de novedad y alegría cuando participamos activamente en ella,  cuando contemplamos con ojos maravillados las bellezas que nos rodean.

¿Anhelamos un cambio en esta Navidad? ¿Deseamos que esta Navidad sea completamente nueva y diferente?  Eso es posible,  porque una Navidad  brillante y esplendorosa comienza dentro de nosotros mismos,  dentro de nuestras propias mentes,  dentro de nuestros propios corazones.  Podemos tener justo la Navidad que deseemos,  porque llevamos dentro de nosotros las semillas del gozo, la felicidad y el bienestar.

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