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jueves, 14 de octubre de 2010

PENSANDO EN LA ELABORACIÓN DEL PESEBRE

Las familias,  fieles a la tradición de sus ancestros,  comienzan a pensar y escoger el sitio y la forma que en este año llevará ese fantástico mundo que rodeó el nacimiento del Niño Dios.  Los planes son discutidos,  aun cuando la madre y la abuela son las que dictan la última palabra en el proyecto final de la obra.

Para hacer un pesebre no es necesario disponer de mucho dinero para hacer un nacimiento en casa.  Con materiales de desecho e imaginación es posible armar un nacimiento o Belén en el salón principal de la casa.  Basta con tener paciencia y deseos de mantener la tradición familiar para lograr la simulación final del nacimiento de Jesús.

Con bolsas de papel marrón,  de esas que se usan en las panaderías;  cajas vacías para darle el relieve a la topografía;  plástico ideal para aparentar espejos de agua,  pintura,  escarcha,  goma de pegar o almidón,  tirro y marcadores de colores,  se puede montar un pesebre abundante en detalles.

Algunos miembros de la familia son más audaces y elaboran manualmente todas las casas,  animales y personajes que aparecen en el pesebre.  Otro,  sólo se dedican a montar el ambiente y optan por comprar,  a precios accesibles,  todos los materiales de plástico o de cualquier otro material liviano que por estos días,  ofrecen los vendedores de temporada navideña.

Algunas personas llegan a incorporar fachadas de casas hechas en barro al montaje definitivo del pesebre.  Ese detalle le imprime perspectiva al nacimiento. En Mérida,  por ejemplo,  el pesebre tiene como fundamento una troja,  andén o plataforma,  construida con palos grandes atados con cabuyas,  que sirven de base a todos los adornos colocados en el simpático escenario navideño.

El toque final de un pesebre lo dan las luces,  el musgo y la estrella que coronará al Niño Jesús,  la Virgen María y San José.  En este ambiente,  maravillosa fantasía de años idos pero con la fe siempre presente,  se recrea la familia con su gente de ayer y los jóvenes de hoy.  Rica herencia de amor y caridad.

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