En algunos pueblos acostumbran hacer un muñeco grande, casi del tamaño de un hombre y quemarlo en la noche del 31 de diciembre. A esto le llaman la "quema del año viejo". Esta costumbre, como dijimos al referirnos a la quema de Judas, proviene de Europa en donde se halla difundida con iguales o parecidas circunstancias por muchos países.
En el Estado Táchira hallamos datos de dicha costumbre en Palmira. El Cobre y San Félix. En el primero de los pueblos mencionados estuvimos esperando en vano que se realizara dicho festejo, el 31 de diciembre de 1959; lo cual prueba que unas veces lo hacen y otras no. En esa ocasión todo el mundo parecía esperar en el pueblo la realización de la quema, y a todos los que preguntábamos no daban una explicación que aclarara por qué no se hacía. Según los datos la quema se efectúa un poco antes de la medianoche; pero en vista de que nuestra espera y averiguaciones resultaban infructuosas, resolvimos irnos a otro lugar a investigar.
En El Cobre, según las informaciones de Delfín Sayazo, sacan "el año viejo" en un cajón, con el Padre, monaguillos (disfraces), dos hombres que van llorando y diciendo todo lo que hacía, y que era muy bueno. Los músicos van delante. Así le daban la vuelta al pueblo. Finalmente, en el campo deportivo "le meten candela; el cajón va taquiado de pólvora".
Cerca de San Félix, en el lugar denominado "El Cuatro" vimos recostado a una cerca uno de estos muñecos que había quedado sin quemar. Los vecinos, un poco en broma, dijeron que se llamaba Don Pancracio y explicaron que con él anduvieron parrandeando la noche de año nuevo.
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